Ayuda a la piel del rostro a recuperar su vitalidad y luminosidad, atenuar manchas, como también a promover la renovación y síntesis de nuevo colágeno, que se va perdiendo a medida que envejecemos.
Contiene 21,5% de ácido L-Ascórbico.
Es un antioxidante hidrófilo clave en el citoplasma de las células cutáneas.
Tiene actividad aclarante, despigmentante, aporta luminosidad y, por ende, juventud a la piel.
Es un factor decisivo en la síntesis de colágeno funcional que se libera desde los fibroblastos. Vitamina C aplicada por vía tópica ha demostrado potenciar la producción de colágeno en la piel humana.
Contribuye a prevenir el fotoenvejecimiento, pues su acción antioxidante de protección de la piel frente a los radicales libres, se complementa con los fotoprotectores. Por ende, se sugiere que para mejorar la fotoprotección a la radiación UV, se deberían utilizar los fotoprotectores junto con antioxidantes tópicos.